La Organización Meteorológica Mundial es la encargada de poner nombre a las tormentas tropicales. Siguen un procedimiento estricto: cada año, tienen una lista de 24 nombres para ciclones que se formen en el océano Pacífico y 24 nombres para ciclones que se formen en el océano Atlántico, alternando entre masculinos y femeninos. Cada 6 años, se completa un ciclo. En el Atlántico, por ejemplo, el cuarto ciclón del año correspondería a “Dorian” (masculino), seguido de “Chantal” (femenino) y precedido de “Erin” (femenino).
¿Por qué nombres de personas? En el siglo XIX, las tormentas tropicales se llamaban según el santo del día en que ocurrían. Pero desde 1953, se les asigna un nombre propio para facilitar su identificación.
Solo hay una excepción: si una tormenta es especialmente devastadora, se elimina de la lista. Por ejemplo, el huracán “Hugo” o el fatídico “Katrina”.