El tren de vapor, construido en 1930, sirvió como transporte para millones de pasajeros durante más de 30 años, hasta que en 1960 fue reemplazado por locomotoras de diesel.
Después de haber estado fuera de servicio por más de 60 años, su restauración comenzó en 2022.
Hoy, recorre nuestra región, atravesando suelo ludovicense e iturbidense, como si el tiempo no hubiera pasado desde hace seis décadas.