En San José Iturbide, un escándalo de desvío de fondos ha salido a la luz, revelando cómo ciertos miembros del Ayuntamiento han desviado recursos públicos para su uso personal y familiar.
Además, para mantener sus privilegios, algunos de ellos buscan ser reelegidos como integrantes del Cabildo.
Han abusado de su autoridad al cargar al presupuesto municipal gastos que van desde artículos para el hogar hasta productos de cuidado personal, a pesar de contar con un salario mensual de casi $70 mil pesos, lo que equivale a $2,333 pesos diarios.
Este comportamiento cuestionable ha sido atribuido a regidores, algunos de los cuales han cambiado de afiliación política en varias ocasiones y ahora buscan la reelección con el PRI.
María de la Luz Zarazúa Monjaraz, conocida como Lucy Zarazúa, es una de las regidoras implicadas en este escándalo.
Ha sido señalada por cargar al erario público gastos personales, incluyendo electrodomésticos y medicamentos, sin especificar para quién o a quiénes se destinaron.
Otra implicada es María Carolina Ferro Ferro, contadora pública y regidora del PRI. Sus facturas muestran una variedad de gastos cuestionables, desde compras de libros hasta apoyos para negocios sin especificar claramente su destino.
José Dolores Juárez, otro regidor del PRI, también ha sido señalado por abusar de su posición para obtener beneficios personales a costa del erario público.
Este escándalo de corrupción plantea serias dudas sobre la integridad de los funcionarios públicos en San José Iturbide y destaca la urgencia de una mayor transparencia y rendición de cuentas en la gestión municipal.
Las próximas elecciones serán un indicador importante de la postura de la ciudadanía ante estos actos ilícitos.